El mayor enemigo de la piel es el sol y los rayos UV. Las personas con piel blanca o aquellas que han pasado largos períodos de exposición al sol son las más propensas a desarrollar algún tipo de cáncer de piel.
Para detectarlo a tiempo, es indispensable revisar las manchas en la piel regularmente, de modo que sea posible detectar un cambio o algún crecimiento anómalo que indique el inicio de un tumor maligno.
El Dr. Claudio Dubersarsky (MP: 26587/6) y el Dr. Marcos Ortiz (MP: 26084/0) del Servicio de Oncología de Sanatorio Aconcagua, recomiendan a los pacientes con propensión a desarrollar lesiones en la piel, estrategias para detectar tempranamente aquellas que puedan significar un riesgo para la salud.
El ABCDE del lunar
"Fundamentalmente hay que observar el ABCDE del lunar: observar si el lunar que uno tiene es simétrico, si ha cambiado los bordes, si ha cambiado el color, si ha cambiado el diámetro, o si presenta algún síntoma (por ejemplo, que sangre o pique)"- explica el Dr. Dubersarsky, -"porque de esa manera podemos alertarnos de que estamos frente a una enfermedad de la piel de tipo maligno."
En caso de presentar indicios de malignidad, el dermatólogo probablemente extraerá el material para evitar el riesgo. "Es muy importante que cuando lo haga, el especialista solicite un estudio de anatomía patológica para definir si el paciente tuvo una patología maligna o benigna." -explica el doctor, esta información de la historia clínica del paciente es fundamental para poder realizar controles con mayor periodicidad en el futuro.
Mapeo de lunares
La mayoría de las enfermedades de la piel comienzan como lesiones preneoplásicas, es decir, lesiones que van cambiando con el tiempo y se pueden transformar en un tumor maligno (melanoma) o tumores no melanóticos. Por eso, es importante registrar todas las manchas con potencial para desarrollar características malignas, y revisarlas periódicamente por un especialista.
"Para eso es necesario asistir al dermatólogo para que realice, no sólo el control de un lunar, sino un mapeo de todo el cuerpo, las manchas existentes, y el detalle de qué tan propensas a desarrollar características malignas pueden ser"- explica el Dr. Ortiz, -"De este modo, se puede realizar un control periódico de dichas lesiones para anticiparse a cualquier lesión cancerosa interviniendo quirúrgicamente en caso de ser necesario".
Es importante que estos controles no se realicen en verano, sino en invierno o primavera, porque las lesiones se vuelven menos visibles con el bronceado de la piel en verano.