Obesidad y Covid19
Sabes que es COVesity? Es el nuevo término acuñado en los círculos médicos que trabajamos en obesidad, más específicamente a partir de un editorial en el London Times desde el 19 de mayo último. (Fuente: london times) Y por qué? Porque hasta la irrupción del SARS-COV-2 en la escena, la obesidad se llevaba el título, algo bochornoso, de “epidemia del siglo XXI”.
La evidencia, luego del análisis sistemático de la evolución de casi 17.5 millones de adultos infectados por COVID19 entre febrero y abril de 2020, demostró que los pacientes obesos, incluso sólo con obesidad grado I (IMC > 30 kg/m2), tienen aumento significativo de complicaciones respiratorias y/o sistémicas graves, necesidad de internación en UTI, respiración asistida y muerte en el curso de una infección por COVID19. (fuente: OpenSAFELY: factors associated with COVID-19-related hospital death in the linked electronic health records of 17 million adult NHS patients. (https://doi.org/10.1101/2020.05.06.20092999).
La obesidad NO, repito, NO es una elección, suficiente evidencia científica existe en cuanto a factores genéticos, ambientales, psicológicos, acceso al cuidado de la salud y sociológicos en el desarrollo de esta enfermedad. Pero si esto no te convence, pregúntale a cualquier obeso que conozcas si él o ella eligió ser obeso.
La obesidad no es una “morfología”, es una enfermedad. Diseminada en todo el mundo, todas las etnias, y en aumento progresivo en absolutamente todos los países del mundo.
Cumple tantos criterios de “pandemia” como el coronavirus, y es más letal y con mayor carga económica al sistema de salud. Tal vez no se vea así en la prensa hoy, pero los números no mienten y en este período crítico que venimos atravesando a lo largo y ancho del globo lo único que se logró es demostrarlo: el centro Europeo para el Control y Prevención de Enfermedades informó que el 73% de los pacientes en la unidades de cuidado crítico en Italia, España, Suecia, Suiza y Países Bajos son OBESOS. En el Reino Unido, el Prof. John Wilding (Presidente de la World Obesity Federation) informó que la obesidad duplicó el riesgo de muerte en los infectados (fuente: Obesity and coronavirus: how can a higher BMI increase your risk? The guardian 3/6/2020).
Uno pensaría que estos datos pertenecen a países lejanos, con realidades distintas a la nuestra. Y es verdad, porque nuestra realidad es PEOR. No sólo el 61,6% de los Argentinos tiene exceso de peso, que corresponde a obesidad en 25,4% de la población (fuente: Encuesta Nacional de Factores de Riesgo 2018) sino que en nuestro país predominan las obesidades “malnutridas” tanto en la población más vulnerable como en estratos sociales más altos, mientras que en los países del primer mundo el porcentaje de obesidades “hipernutridas” es más importantes.
Traducido: nuestros obesos (1 de cada 4 argentinos) sufren los daños orgánicos de la obesidad sumado a los daños por falta de nutrientes esenciales.
En resumen, acorde al tipo de población, estamos más comprometidos inmunológicamente, se estimaría que los números del impacto de la obesidad en la gravedad de infección por coronavirus, podrían ser incluso peor en nuestro país que en los mencionados más arriba. El mes pasado se publicó en SOARD (una de las revistas sobre Obesidad más leídas en el mundo entero), un editorial muy interesante que se titula “Los 5 penales de los pacientes obesos en la pandemia COVID-19”. Clarito y al pie:
1º penal: El confinamiento del paciente obeso, empeora su sobrepeso, la recurrencia de ciertos desórdenes alimentarios y además, difiere cualquier procedimiento quirúrgico planeado para resolverla.
2º penal: La obesidad se asocia a disfunción respiratoria, HTA, diabetes, Apnea del sueño e hígado graso entre otras, TODAS asociadas a mayor gravedad de la infeccion por COVID.
3º penal: Si requieren cuidados intensivos, el obeso pierde rápidamente masa muscular, resultando en “obesidad sarcopénica” disfunción metabólica grave y que se comprobó que empeora las posibilidades de bajar de peso.
4º penal: Es ya conocido que la atención crítica del obeso requiere instalaciones específicas para movilizarlo, intubarlo y todos los cuidados que necesita; situación que en muchos de los hospitales que luchan contra la pandemia, NO está disponible.
5to y último (y paradójico) penal: Si el paciente se recupera y obtiene el alta, requerirá cuidados nutricionales y rehabilitación motora y respiratoria, que terminará demorando cualquier tratamiento quirúrgico programado para su enfermedad.
Finalmente, al dia de hoy no se conoce un tratamiento o “cura” para el coronavirus, no existe aún una vacuna, sin embargo se conocen más que claramente tratamientos para resolver la obesidad y sus enfermedades (HTA, dislipemia, diabetes, etc) de manera efectiva y prolongada como lo es la cirugía bariátrica y metabólica. Sin embargo, el acceso a estos tratamientos en la mayor parte del mundo se encuentra muy restringido. Menos del 1% de los obesos, alcanza el tratamiento quirúrgico. El 15 de mayo, el Primer Ministro de Reino Unido, Boris Johnson, resonó en todo el mundo con la siguiente declaración: debemos mejorar y facilitar el acceso de los pacientes a los distiontos tratamientos de obesidad y a la cirugía bariátrica ante el eventual rebrote mundial de la pandemia de COVID para disminuir los factores de gravedad de los individuos (Fuente: London Times 15/5/2020).
La presente actualización, no busca atemorizar a nuestros pacientes, vecinos o familiares que sufren obesidad, busca estimular el autocuidado, la prevención y el tratamiento de esta enfermedad, valorar a la persona en su justa medida y pedir ayuda cuando se necesite.
Porque la obesidad es Pandemia, no una elección.
Dr. Gustavo Eduardo Bertarelli ME 15703
Jefe de Servicio de Cirugía Bariátrica
Dra. Noelia Zurbriggen ME 19260
Equipo de Obesidad y Cirugía Bariátrica
Sanatorio Aconcagua