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La Mujer Urbana o la mujer real

sabagh

Ayer me encontraba en frente de la Mujer Urbana, y esta hermosa señora me hizo pensar que aunque parezca que no tiene relación con la medicina, pensé que sin querer o queriendo, Antonio Seguí contribuyó con su magnífica obra a la prevención de los trastornos de la conducta alimentaria, mostrando la realidad sobre la forma del cuerpo de las mujeres, enfrentándola abiertamente con el irreal y utópico aspecto anoréxico y enfermo que algunos interesados pretenden imponer.

La anatomía de la Mujer Urbana se corresponde con su fisiología. En su composición corporal, la mujer tiene más grasa que el hombre y son los estrógenos quienes estimulan el depósito de grasa femorogluteo, que funciona como reserva para afrontar el costo energético del embarazo y la lactancia. Para comenzar a menstruar, es necesario que la futura señorita tenga una cantidad de grasa (aproximadamente 12 kilos) que representa la cantidad de calorías para cubrir 9 meses de embarazo y 3 meses de lactancia. Además, un porcentaje importante (aproximadamente un 30%) de la producción de estrógenos se realiza en el tejido adiposo a través de la conversión de andrógenos circulantes por acción de la aromatasa y de la 17 beta hidroxidehidrogenasa. En la mujer postmenopaúsica el tejido adiposo es el principal productor de estrógenos. Esto junto a la síntesis por parte del adipocito de leptina y citoquinas demuestra su importancia como órgano endócrino. Este es el papel que la naturaleza le asignó a estas "curvas" hoy cuestionadas por los "genios fashion".

Indudablemente que los modistos pretenden que luzca la ropa, no la modelo y nada mejor que pasear sus creaciones con chicas sin curvas ni formas, rectas, lánguidas, una verdadera "percha humana".

La Mujer Urbana "luce ella", tiene fuerza, coraje, es fecunda, está viva, es capaz de trabajar con igual eficiencia que el hombre, de cuidar a sus hijos como una verdadera madraza y ser amante de su compañero, el Hombre Urbano.

¿Qué dirán de la Mujer Urbana los diseñadores de moda de talle único, las escuelas y agencias de modelos, que dirá aquel nefasto personaje Gianfranco Ferré, que descalificó a Valeria Mazza tratándola de "gorda y caderuda"? La sociedad necesita imperiosamente neutralizar a estos personajes en defensa propia. Es necesario denunciar los males devastadores de la noción de delgadez. No podemos continuar tolerando que la mitad de la población de los países civilizados vivan un verdadero sufrimiento psicológico y moral en base a mantenerse artificialmente por debajo del peso normal. Ello contraría el instinto más elemental, que es el de la supervivencia. Seamos inteligentes para hacer prevención. Basta de hablar de vómitos, ayunos y atracones, hablemos en positivo.

Gracias maestro Seguí, sin querer o queriendo, nos ayuda.

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